Tradicionalmente, se celebra en Alemania, el nacimiento de Jesús. En esta época del año se enciende la luz de la esperanza como base de la confianza y la alegría que nos lleva a la paz mundial. Se simboliza todo ello con la luz de las velas, que penden del árbol de Navidad. El ambiente tanto en las calles como los negocios, nos transmiten esa calidez llena de calma y calor, sinónimo de tranquilidad, aportándonos renovadas fuerzas, que necesitamos para soportar el frio invierno que nos queda por delante.
Ya en la antigüedad, se celebraba en solsticio de invernado, tras el día más corto del año, tras la noche más oscura del año, llegan días cada vez más largos, y eso nos trae esperanza.
Esa esperanza a una mayor luz, tiene un profundo y efecto en nuestro bienestar, tanto para el alma como para el cuerpo, nos lleva a un estado vital muy confortable y de base un estado anímico mejor, de ahí una conexión especial y predisposición a un ánimo navideño en adviento. Es por eso que las Navidades se consideran una festividad de amor y familia.
Es una época del año, en la que tenemos que tomarnos ese tiempo, dejando atrás por un tiempo, todo el stress, para meditar desde la calma, por qué existen las Navidades y para qué sirven: alegría, felicidad y agradecimiento. Cuando vallamos a encender la próxima vela, recordemos que estamos encendiendo la esperanza también.
Tomando ese sentido, os deseamos unas apacibles Navidades, llenas de luz que haga que lo que os rodea os transmita a vuestros seres queridos y a vosotros mismos esperanza y un próspero año nuevo 2020.